Presentamos a: Nickelback
Vamos a los hechos (efectivamente, ésos que puedes encontrar fácilmente en Wikipedia): originaria de Alberta, Canadá, esta banda de rock alternativo fue fundada por los hermanos Chad y Mike Kroeger, Ryan Peake y quien fuera el primer baterista, Brandon Kroeger (suponemos otro hermanito más), quien abandonaría la banda casi al principio de su trayectoria.
Hablamos de uno de los grupos canadienses más exitosos en términos comerciales, más de 55 millones de copias en todo el mundo. Nickelback está ubicado en la undécima posición de ventas musicales de la década de 2000, y también tiene el segundo lugar en ventas de grupos extranjeros en los Estados Unidos, después de Los Beatles, durante los años 2000.
¿Todo bien? Hasta este momento todo pinta para catalogar la acción de escuchar y gustar del material de estos canadienses como simplemente un placer, no parece haber absolutamente nada culposo al respecto hasta que…, realmente empezamos a escuchar.
Criticados frecuentemente por seguir una fórmula considerada fácil y prefabricada, Nickelback ha sido objeto de campañas que los posicionan en diversas listas como uno de los peores grupos a nivel global. Los ataques incluyen frecuentemente referencias a la poca creatividad musical que demuestran al componer y lanzar sencillos demasiado parecidos entre sí, convirtiéndose en algo similar a un Máná, pero canadiense. Hace algunos años, la canción Photograph fue galardonada en diversas redes sociales como una de las rolas más irritantes en la historia de la música.
Por si esto fuera poco, recientemente se dio a conocer el compromiso matrimonial entre Chad Kroeger y Avril Lavigne, dicha propuesta romántica incluye una inminente colaboración entre ambos genios musicales con resultados que ya están siendo vaticinados en varias redes sociales y sitios de comedia como algo todavía más desesperante que Photograph, Rebecca Black y mil vuvuzuelas sonando al mismo tiempo.
Ahora bien, ¿es esto suficiente para hacer que odiemos a Nickelback?, ¿Puede alguien dar play a How You Remind Me y no derramar una lágrima por esos olvidados primeros años del nuevo milenio? (sí, esos en los que todavía pensábamos que la música noventera no podía hacer otra cosa que mejorar). ¿Podemos dejar de sonreír con la ironía que significa escuchar a esta banda cantando Rockstar?
Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es NO, ¡Felicidades! entendiste porque varias de tus bandas favoritas seguro terminarán apareciendo aquí en Guilty Pleasures.
Y en caso de que aún no quede claro, chécate esto: