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#AhoraSuena:

Llega un momento en la vida de todo adulto en la que añora, irremediablemente, los momentos de su adolescencia, tiempo de rebeldía, hormonas y primeras veces que, en la mayoría de los casos, nos vemos obligados a reprimir y mandar al carajo en cuanto damos los primeros pasos en esa etapa extraña (y para muchos temida) conocida como adultez.

Y es que al mundo le fascina el tema del “niño interior” que no debemos dejar morir, ese infante interno que recuperará la felicidad perdida en nuestras vidas al ingresar al mundo de las responsabilidades y los trabajos formales. ¿Y el adolescente interior?, ¿castigado a su cuarto o qué?

Admitamos algo, el recuerdo de la primera chava que prendió tu carrusel hormonal es mil veces más reconfortante que las memorias del domingo en el parque comiendo helado con tus jefes; revivir esa época en la que el mundo de las relaciones era un enorme Museo Papalote (por aquello del Toca, Juega y Aprende, por citar a @Oasistyle) le gana, por mucho, a cualquier día de Reyes en el que descubres que los tres tristes magos otra vez no le atinaron a lo que pediste en la carta.

Es por eso que hoy dedicamos un conteo a ese adolescente interior; el adolescente de finales de los 90 y principios de los 2000 que usaba más hormonas que neuronas y cuya vida se reducía a música, peda, fiestas y castigos acumulados. Hay otra lista para el adolescente existencialista, el que se deprimía, odiaba su vida y se quería morir, pero esa la publicaremos un día que estemos de existencialistas, deprimidos, odiando nuestra vida y con deseos de morir.

Jimmy Eat WorldThe Middle. La rola puede ser una especie de aliviane para los que se sienten desubicados en este mundo, pero el video siempre me recordó la típica fiesta de película gringa, ésa que, por más que te esforzaras, no lograbas replicar al 100% en la casa de tus papás cuando te la dejaban un fin de semana completo.

Plastilina MoshPervert Pop Song. Un poco fuera del rango temporal, este tema del 2008 es como esas declaraciones de amor tan porno y, a la vez, romática, que sólo una mente intoxicada con hormonas la apreciaría. La cachondería de albercada en su expresión musical.

Blink 182Rock Show. Escuchamos la historia de un dude que conoció a una chava en un concierto, se enamoró y ahora no puede esperar a que sus papás la dejen sola en casa. Además de la profunda historia de amor, el video nos mostró que una banda de tres gañanes desmadrosos podían llevar una cámara portátil, gastarse la lana de la producción y aún así salir triunfantes ante la disquera, MTV y sus fans.

GenitallicaBorracho.  ¿Necesitamos profundizar mucho en esto? No me molesten.

Sum41Fat Lip. Esta rola la conocí en el soundtrack de American Pie 2, ¿podemos pensar en una mayor combinación de valemadrismo, deseos cachondos y chavas en bikini corriendo por la playa? Agrégale esa actitud tipo “los canadienses también somos rudos y sabemos rockear” al estilo de Robin Scherbatsky, estamos armados.

PandaHola. Ya sé, no son cinco, son seis, pero existe una explicación a esto; en esta época, Panda parecía pasar por un momento en el que pensaban que lo mejor para su posicionamiento era copiar el estilo y temas de bandas como Sum41; a la fecha no puedo escuchar Hola, sin pensar en Fat Lip y viceversa, pero, WTF, de esos detalles, que se preocupen los adultos.

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Por Adal Ortega: @ortegayanez

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