Domesticándonos
Hace unos días, mi amiga Claudia vino de “viaje relámpago” a estas tierras y quedamos en encontrarnos en una cafetería. Después del efusivo abrazo, un café y 10 minutos de charla, suena mi nextel: Pip-pip - Adelante. (pip) - Señora, ya llegué. (pip) - Ok, Lupita, gracias. Te dejé un papel con instrucciones en la mesita del teléfono ¿Lo viste? (pip) - Sí señora, ...