Desilusión cósmica
Los colores de la tarde me hablaban de ti. Sentado a cuestas de mi terraza, espiaba al tiempo cursando las vastas horas de una mañana fría y solitaria. Yo, tan tranquilo como el tic-tac de una bomba, escuchaba aquellos colores y los interpretaba a mi manera siempre equivocada. Quizá debido a esta desvanescencia fue que no me percaté cuando descendía desde el cosmos sideral una nave espacial ...