Guarradas para Cannes
Tengo una gripe tremenda; una que no me deja leer más de diez minutos seguidos debido al dolor de cabeza. Tengo el cuerpo cortado, los ojos llorosos y una congestión nasal que me hace hablar como árabe. Comentando esto con mi jefe -y gran amigo- Felipe, me dijo que la mejor cura para ese mal es “Un té bien caliente, echarse en la cama, una mala película ...